Versión para imprimir
Versión para imprimir del artículo Consejos nutricionales para Embarazadas. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La mejor dieta a seguir, tanto para embarazadas como para cualquier otra persona, es, sin lugar a dudas, una dieta equilibrada.
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer sufre cambios hormonales y esto se traduce en rechazo hacia algunos alimentos y una gran apetencia hacia otros. Es importante respetar estos gustos de la madre ya que no hacerlos podría derivar en situaciones tan desagradables como náuseas o vómitos.
Cabe destacar
también la importancia del yodo en la
dieta para evitar así en el feto problemas relacionados con la glándula
tiroides.
En el caso de seguir una dieta similar a la mediterránea no debería ser
necesario un complemento con yodo, ya que la sal yodada que se utiliza para
aderezar los platos así como diversos alimentos ya presentan un porcentaje
elevado en yodo.
Para la mujer embarazada es importante consumir diariamente al menos una ración de lácteos para así crear una buena reserva de calcio ya que en esta etapa y durante la lactancia el calcio va a ser uno de los minerales más utilizados por el organismo.
Se recomiendan consumir grasas saludables tales como el aceite de oliva y dejar de lado las grasas procedentes de otros aceites vegetales así como los platos que contengan exceso de grasas saturadas (tales como la bollería industrial) ya que esto podría perjudicar el colesterol de la madre y hacerla subir por encima del peso a ganar necesario.
El pilar fundamental de la dieta lo deben constituir los hidratos de carbono (harina, patatas, cereales) en un 55 %, seguido de las grasas (procedentes naturalmente en los alimentos o procedentes del aceite de oliva) en un 30 % y finalmente proteínas (carnes, pescados y huevos) en un porcentaje del 15 %.
El aporte adecuado de vitaminas y minerales se debe cubrir con cinco raciones diarias de frutas y hortalizas.
