Uno de los mitos más persistentes que envuelven al embarazo son los antojos de ciertos alimentos, como por ejemplo su combinación, donde no importan la mezcla de sabores, pudiendo comer salado y dulce a la vez, situación que es netamente individual y por lo tanto de respetar en cada caso, pero sin embargo existe una regla muy importante en cuanto a la nutrición durante el embarazo y es no incurrir en excesos, ya que el equilibrio del peso es determinante para proteger la salud de la madre y su hijo.
En algunos casos los antojos en las embarazadas por un determinado alimento puede ir desde obsesiones saludables, como fruta fresca y vegetales, a compulsiones más alarmantes como la comida rápida, tierra o productos de limpieza.
Por supuesto que las mujeres embarazadas necesitan más calorías y más ácido fólico, como regla general para llevar adelante la condición, pero el famoso “comer por dos”, no necesariamente es llevar el peso corporal al doble, llegando a un aumento masivo por el exceso de alimentos o antojos, algo que deben tener muy en cuenta dejando las creencias populares de lado y asesorándose con un especialista para evitar inconvenientes alimentarios durante el desarrollo del embarazo y el parto.
Una dieta basada en frutas y verduras frescas, granos enteros y grasas saludables proveniente de carnes blancas, deberían representar la base de la nutrición durante el embarazo, ya que estos alimentos contienen los nutrientes necesarios para mantener la salud de la madre y el desarrollo saludable de su bebé.
Otro consejo muy saludable para las etapas del embarazo en las cuales no se tiene mucho apetito, que son los tres primeros meses por lo general, donde la enfermedad de la mañana o nauseas matutinas son las responsables, comer varias comidas pequeñas de algo rico y saludable durante el día, puede ser una buena opción para mantener los niveles nutricionales.