Los huevos son uno de los alimentos con mayor valor biológico en la alimentación humana, pero en el caso de los bebés solo deben incorporarse después del año, según algunos especialistas, aunque sigue siendo motivo de confrontación en el mundo de la nutrición infantil, ya que otros estiman que debe ser antes, pero sí están de acuerdo en que, nunca antes de los ocho meses de edad.
El huevo contiene un alérgeno que puede inducir por lo tanto a un tipo de alergia alimentaria, principalmente en el caso de los bebes cuyo sistema inmune se encuentra en desarrollo y podría perjudicarlos con una sintomatología muy desagradable, por ello se debe tener mucho cuidado cuando se decide incorporarlo a la dieta del bebé.
Las alergias alimentarias más comunes que afectan a los bebés y los niños, se centran sobre el consumo de huevo, por lo cual se debe consultar con el medico pediatra antes de incluirlo en la alimentación, para que este evalúe el momento adecuado y si se produce algún síntoma después de su consumo, ya que estos pueden aparecer tan solo a los diez minutos de haber sido consumido.
El nutriente principal contenido en los huevos que beneficia la salud del bebé es la proteína, nutriente indispensable para el buen desarrollo del organismo, consideradas como las constructoras del organismo, por lo tanto indispensable para buen desarrollo del niño. El impresionante valor nutritivo de los huevos los hace indispensables para una buena nutrición infantil, solo se debe tener cuidado cuando se incorporan por primera vez.
Si un bebé es alérgico a los huevos puede desarrollar como síntoma una erupción cutánea, urticaria, calambres abdominales, diarrea, vómitos, secreción nasal, ojos llorosos y estornudos, en casos extremos se puede producir una reacción severa como la anafilaxia que requiere atención médica inmediata.
Para tener en cuenta; siempre se deben cocinar los huevos, jamás se les debe dar crudos a los niños debido al peligro de la salmonella, una bacteria letal.