En la base de la pirámide alimenticia (que representa una dieta equilibrada) se encuentran los hidratos de carbono (cereales, legumbres, harinas) esto nos indica que este grupo de nutrientes debe ser consumido en mayor proporción que cualquier otro. Este plato incluye patatas y por tanto contribuye a alcanzar las raciones necesarias al día de hidratos.
El pescado blanco se puede introducir a partir del año de edad, y le otorga una buena fuente de proteínas con un índice calórico mucho menor que otras carnes, como por ejemplo la de cerdo. Más importante que el índice calórico es el hecho de que el niño se acostumbre lo antes posible a comer pescado y a incluirlo en su dieta ya que esto marcará sus hábitos alimentarios de persona adulta.
En este plato no podían faltar las hortalizas, así que vamos a acompañar esta merluza con cebolla. Esta hortaliza destaca por tener un importante contenido en agua y un ligero efecto diurético.
Ingredientes necesarios:
- Dos patatas (papas)
- Dos filetes de merluza sin piel
- Una cebolla
- Aceite de oliva
La preparación resulta muy sencilla:
Pelaremos las patatas y las trocearemos en finas rodajas también pelaremos y trocearemos finamente la cebolla.
En una bandeja apta para el horno colocaremos las rodajas de patata y los filetes de merluza (previamente limpiados de posibles raspas) y sobre las patatas y el pescado colocaremos los finos trozos de cebolla. Aliñaremos generosamente con aceite de oliva. Una vez las patatas estén tiernas, el plato ya está listo para servir.
A partir del año no se recomienda triturar completamente la comida y se prefiere desarrollar la capacidad masticatoria del niño.