Durante el período del embarazo se produce un aumento de peso completamente necesario pero tras el parto, en numerosas ocasiones, la mujer no consigue estabilizarse en su peso habitual.
Tras ser madre no sólo ha aumentado la masa del cuerpo sino que éste ha perdido gran parte de su elasticidad y tonicidad. Por este motivo es imprescindible perder peso tras el embarazo de acorde a unas pautas que nos permitan también recuperar en la medida de lo posible un buen tono muscular.
La dieta a seguir después del embarazo va a depender en gran parte de un factor: el de la lactancia. Mientras se esté amamantando al recién nacido se contraindica seguir cualquier dieta hipocalórica o restrictiva ya que el organismo está creando continuamente leche y ésta debe tener un alto porcentaje en grasas. No obstante, se debería empezar a realizar algún ejercicio suave de manera constante. Se puede empezar por dar un paseo diario de aproximadamente 30 minutos, ya que a partir de este tiempo es cuando el cuerpo empieza a quemar las grasas.
En el caso de que ya se haya decidido finalizar la etapa de lactancia las pautas dietéticas pueden ser distintas y enfocarse hacia una pérdida de peso: