La medición del PH en los alimentos oscila entre 4,5 a 7,5, siendo la más alta la que determina la alcalinidad, así cuando una dieta incorpora en su mayoría alimentos alcalinos disminuye la acidez estomacal y favorece la digestibilidad, siendo recomendada por la American Diabetes Association, que promueve el consumo de una dieta balanceada a base de almidones, carnes magras, leche descremada y productos lácteos, frutas y verduras.
La dieta recomendada para diabéticos debe contener una gran porción de verduras sin almidón, ya que éstas son ligeramente alcalinas, incluyendo por ejemplo una mezcla de zanahorias, pepinos, soja, col, lechugas y pimientos verdes; las cuales poseen entre 5,0 y 5,8 de PH.
Los almidones recomendados para una dieta diabética incluye; panes de grano entero, salvado, avena, arroz, legumbres, cebada, calabaza de invierno y papas, siendo los más alcalinos el pan de trigo integral, el salvado y la cebada, cuyo pH es de 5. Las papas y las batatas tienen un pH de 5,5, el arroz y la harina de avena poseen un pH de 6,2, representando las opciones de granos más alcalinos.
Las carnes magras son ricas en proteínas y por lo tanto muy recomendadas por la Asociación Americana de Diabetes, las cuales incluyen a los mariscos, carne de res magra, cerdo, pollo sin piel, atún, salmón y otros pescados, el queso de soja y huevos.
Todas estas fuentes naturales de proteínas son de contenido alcalino cuyo pH es de 6,8 a 7,8, debiendo tener en cuenta la importancia de cocinar o congelar de inmediato las carnes, para mantener el nivel alto de alcalinidad, ya que el pH de la carne y los mariscos se reduce drásticamente después del primer día de envasado, porque a partir de ese momento comienza la proliferación de bacterias al iniciarse el proceso de acidificación.