En un principio, si la persona lleva a cabo una dieta equilibrada no necesitaría ningún tipo de complemento vitamínico. La dieta equilibrada asegura que todos los micronutrientes (vitaminas y minerales) estén presentes en el organismo en las justas proporciones.
No obstante, si un deportista realiza ejercicio físico intenso y lo hace de forma regular, esta persona tendrá un mayor desgaste en cuanto a estos nutrientes se refiere. Si esta situación se prolonga en el tiempo se puede llegar a tener un déficit importante de una vitamina o mineral y este déficit influiría de manera negativa sobre el estado de salud de la persona.
También es importante mencionar que el deportista no únicamente se dedica a su actividad física sino que en la mayoría de ocasiones lleva a cabo otros trabajos como los laborales o los domésticos. Todo esto se puede trasladar en un desgaste importante que la persona percibirá en forma de cansancio general, debilidad en pelo y uñas o mareos.
En estos casos es cuando se hace necesaria la complementación con vitaminas y minerales.
Los tratamientos con complementos vitamínicos no se recomiendan de forma indefinida, siendo su duración ideal entre el mes y los tres meses y muy especialmente en los cambios estacionales.
Podemos distinguir dos grupos importantes en este tipo de complementos: los que llevan ginseng y los que únicamente son un complejo vitamínico y mineral.
Los complementos que además de vitaminas y minerales contienen ginseng se recomiendan en el caso de que el cansancio general sea extenuante y se desaconsejan si la persona tiene una naturaleza nerviosa ya que el ginseng puede provocar insomnio y ansiedad.
Si el deportista se siente muy cansado pero no le resulta favorable tomar ginseng, lo más adecuado sería tomar un complemento vitamínico enriquecido con coenzima Q10, ya que esta sustancia aporta una mayor energía sin dar las reacciones adversad del ginseng.