Los complementos nutricionales son aquellos productos formulados a base de algún ingrediente alimenticio (por ejemplo una vitamina) o bien sustancia botánica (como puede ser la raíz seca de valeriana) y que se consumen vía oral mediante diferentes presentaciones como cápsulas, comprimidos, soluciones líquidas o comprimidos efervescentes. Además deben cumplir la característica de anunciar en su etiquetado la leyenda de “Complemento nutricional”.
Al tomar cualquiera de los complementos nutricionales que se pueden adquirir, lo más importante a tener en cuenta es que ningún complemento nutricional debe ser sustitutivo de una dieta equilibrada. Este es el principal peligro que encierran los complementos nutricionales.
Este tipo de suplementos se utilizan en ocasiones en las que un déficit nutricional da lugar a un síndrome menor, por ejemplo: un consumo deficitario de frutas y verduras da lugar a un estado de decaimiento general y para compensarlo se toma un suplemento de vitaminas. Esta acción es correcta pero lo verdaderamente erróneo y perjudicial para la salud es sustituir las frutas y las verduras por una tableta de vitaminas de forma indefinida.
Los complementos nutricionales deben tomarse sólo mientras se soluciona ese síndrome menor a medida que se van introduciendo en la dieta los diversos alimentos que nos permitirán lograr llevar a cabo una dieta equilibrada sin ningún tipo de déficit.
Los síndromes o molestias en los que un complemento nutricional está aconsejado de modo temporal son entre otros, los siguientes:
Son diversos los trastornos que pueden tratarse con complementos nutricionales de forma temporal aunque lo más adecuado es consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento prolongado.