Actualmente internet es una gran fuente de información, en todos los aspectos y obviamente también en el aspecto nutricional. Existen webs de nutrición dónde se ofrecen todo tipo de dietas, algunas específicas, como dietas depurativas, para deportistas, basadas en frutas... Y también todo tipo de dietas hipocalóricas, desde una dieta hipocalórica idónea (en torno a las 1500 calorías diarias) hasta dietas hipocalóricas de 800 calorías, siendo éstas últimas peligrosas si no existe de por medio un estricto control médico.
Para evitar caer en esta peligrosa trampa de la nutrición que supone una escueta dieta de 800 calorías vamos a aclarar antes algunos conceptos.
Las dietas hipocalóricas son aquellas en las que se ingieren menos calorías de las habituales para así favorecer una pérdida de peso. Por tanto, primero hay que establecer si es necesario perder peso.
Generalmente, se habla de sobrepeso u obesidad (según los valores) después de calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) aunque también es importante medir la Grasa Corporal, ya que por ejemplo, en el caso de un atleta, es posible que tenga más masa de la que le correspondería por su estatura pero sin embargo esa masa extra sea muscular.
Generalmente, para una pérdida de peso que se considere saludable (de 500 gramos a 1 kilo a la semana) en muchas ocasiones es sólo necesario disminuir unas 500 calorías diarias y aumentar suavemente la actividad física. Teniendo en cuenta este dato, las dietas hipocalóricas de 1200 calorías diarias son más que suficiente para lograr una pérdida de peso.
Estas dietas sólo se deberían emplear en casos extremos de obesidad mórbida y es importante recalcar que estos casos deben ser tratados por un médico ya que son verdaderas amenazas para la salud, al igual que lo pueden ser las dietas hipocalóricas de 800 calorías que no se hayan prescrito por un médico endocrino.