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Versión para imprimir del artículo Cómo Combatir el Estrés desde la Alimentación. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La alimentación juega un papel fundamental en el estado de salud general, puede mejorarlo o empeorarlo, por eso es fundamental seguir una dieta sana y equilibrada. No todos los alimentos son adecuados para las distintas dolencias que nos aquejan y ciertos alimentos para el estrés son más aconsejables que otros.
El estrés es una enfermedad muy vigente en la actualidad debido al ritmo de vida impuesto por la sociedad. No obstante, antes de pasar a ser una patología, el estrés es un mecanismo de defensa natural que posee nuestro organismo: ante el peligro se activa el sistema nervioso simpático y como consecuencia aumenta la frecuencia cardíaca, se libera glucosa al torrente sanguíneo para un posterior trabajo muscular, se paraliza la motilidad intestinal... En resumen, todo el organismo se activa. El problema es que el estrés pasa a ser una enfermedad cuando este perfecto mecanismo se activa sin un peligro real.
Ante épocas de gran esfuerzo físico y/o intelectual es importante tomar ciertos alimentos para el estrés que nos van a ayudar a mantener nuestro organismo saludable y un correcto rendimiento diario.
En situaciones de estrés el organismo libera más glucosa al torrente sanguíneo, se quema más energía y es posible incluso perder peso. Por este motivo, entre los alimentos para el estrés debemos destacar aquellos alimentos que nos aporten gran energía, pero no grasas perjudiciales (ya que este tipo de grasas no son beneficiosas bajo ninguna circunstancia).
Una buena dieta cuando sufrimos de estrés crónico es aquella con bastantes raciones de fruta al día (como mínimo cuatro piezas), ya que las frutas aportan azúcares rápidos, también deben estar presente los cereales y el pan, para aportar energía de larga duración y finalmente no son de menor importancia las verduras, por su alto contenido en vitaminas y minerales.
En ocasiones, seguir una dieta que albergue estos alimentos para el estrés no es suficiente, en estos casos podemos optar por tomar un complemento vitamínico aunque siempre se recomienda dejarse aconsejar por un profesional de la salud.
