Alimentos prohibidos durante el Catarro Infantil
Estos son los Alimentos a evitar cuando se sufre de un resfriado o Catarro, sobretodo en los niños.
Los síntomas que advierten a una madre de que su hijo está sufriendo un catarro son diversos: fiebre (nunca superior a 39 º, en este caso sería gripe), malestar general, dolores musculares, inflamación de la faringe y diversos grados de mucosidad.
Para prevenir el catarro, principalmente en los niños, es fundamental una alimentación dirigida a mejorar las defensas.
Cuando el catarro ya esta presente, para aliviar estos síntomas en ocasiones es necesario un tratamiento farmacológico (siempre prescrito por un pediatra o un farmacéutico) pero también es importante hacer unos cambios dietéticos que ayudarán a que el niño se recupere con mayor prontitud.
Ciertos alimentos pueden empeorar el catarro en los niños y por tanto será necesario eliminarlos de la dieta del niño temporalmente hasta que los síntomas reviertan.
Entre ellos podemos destacar la leche así como los distintos alimentos lácteos (yogures y queso), estos alimentos provocan un aumento de la mucosidad y por tanto retrasan la descongestión de las vías del niño.
Lo mismo sucede con las patatas. Este alimento de tipo farináceo debido a su composición también produce un aumento en la mucosidad.
Cómo normalmente los catarros cursan con inflamación y dolor de la faringe también debemos cuidar la alimentación en este aspecto para procurar que la garganta se desinflame en el menor tiempo posible.
Por tanto, se desaconseja completamente servir las comidas y los líquidos calientes y fríos. Mientras dure el catarro la comida y las bebidas deben encontrarse en una temperatura tibia.
Esto es así porque si se da caliente la faringe reacciona inflamándose ya que percibe esta alta temperatura como una agresión externa y si se dan fríos el estado del catarro empeora de manera general y el frío facilita la fijación de los virus.
Finalmente es importante saber que todos aquellos alimentos grasos no deben darse durante el catarro en los niños, sobretodo porque cuanto más graso es un alimento más tarda en vaciarse el estómago y durante los catarros todas las funciones del organismo se ven algo mermadas, incluida la del sistema digestivo.
