La vitamina E se encarga de limitar la producción de radicales libres o moléculas que en exceso dañan las células, por lo tanto ésta vitamina protege la integridad celular, algo muy importante principalmente en la etapa del desarrollo en los niños, además de fortalecer el sistema inmune.
La vitamina E generalmente se encuentra en los alimentos que a muchos niños no les gusta, por ello suelen presentarse deficiencias muy comunes en esta etapa de la vida, siendo la dosis diaria recomendada para los niños 7 a 12 meses de edad de 5 mg y 6 mg para niños de 1 a 3 años.
Entre los alimentos vegetales ricos en vitamina E se encuentran las verduras de hoja verde, siendo una de las fuentes más ricas la espinaca, ya que media taza de espinaca hervida contiene 1,9 mg de vitamina E, el brócoli es otro vegetal rico en vitamina E, media taza contiene 1,2 mg u los espárragos contiene cada uno aproximadamente 0.30 mg.
Los tomates también son una buena fuente de vitamina E, conteniendo alrededor de 0,7 mg, cada fruto, pero en el caso de los niños es más aceptable la salsa de tomate natural a modo de aderezo, algo que suele gustarle mucho más que la fruta debido a su acidez.
Un consejo culinario para incorporar una buena dosis de vitamina E en la dieta diaria como parte de la nutrición de los niños es combinar el brócoli o la espinaca picada con salsa de tomate, como aderezo de pastas o en una tortilla.
Otros alimentos ricos en vitamina E son el aceite de germen de trigo, que contiene 20 mg de vitamina E por cucharada y las nueces, pero estos alimentos pueden ser un poco excesivos en las primeras etapas de la vida.