El yogur es uno de los alimentos más recomendados para mantener una buena salud digestiva, por pertenecer a la familia de los probioticos, pero si produce dolor de estómago después de ingerirse o presenta una reacción anormal, debe ser evaluada por un profesional ya que podemos encontrarnos ante una intolerancia a la lactosa.
Un dolor de estómago generado después de comer el yogur que provoque calambres u algún tipo de reacción alérgica, se traducen en intolerancia a la lactosa de la leche, pudiendo causar inflamación en el tracto digestivo, con condiciones que pueden variar de leves a graves y sólo pueden durar una hora o dos. Sin embargo en los casos de indigestión u otra afección gástrica en personas que no tienen dicha intolerancia, el consumo de yogur puede ayudar a aliviar algunos síntomas, como la diarrea.
El yogur se hace a partir de leche de vaca y ésta contienen lactosa que es un azúcar complejo incapaz de ser absorbido por el cuerpo, por ello muchas personas durante la adolescencia sufren de intolerancia a la lactosa debido a que sus intestinos dejan de producir lactasa, una enzima que se utiliza para romper la lactosa en azúcares más simples, lo cual facilita su absorción orgánica, pero cuando esta enzima no se encuentra presente surgen síntomas como dolor de estómago, gases, hinchazón, calambres y diarrea.