El calcio en las embarazadas es un nutriente verdaderamente importante, así como en cualquier otra persona. El calcio es un mineral imprescindible para que se realice la contracción muscular y este sistema funcione correctamente, además, el calcio constituye gran parte de la estructura de los huesos e interviene en el proceso de remodelación ósea (el equilibrio entre formación y destrucción del hueso).
El calcio en las embarazadas tiene una especial importancia porque va a ser la pieza esencial en la mineralización del esqueleto del feto y va a posibilitar más adelante una leche nutricionalmente idónea durante la lactancia materna.
Las personas adultas tienen unos requerimientos diarios de calcio entre 800 y 1300 milígramos. Dentro de estos parámetros normales la embarazada debería tomar unas cantidades superiores a los 1000 milígramos pero sin exceder las recomendaciones. En un principio estas cantidades de mineral se obtienen si la persona sigue una dieta equilibrada pero esto no siempre es posible por diversos motivos y entre ellos debemos destacar los malos hábitos de alimentación que se están adoptando en la actualidad.
Es imprescindible introducir unas nuevas pautas alimentarias enfocadas a reducir al máximo las posibilidades de que exista un déficit de calcio en las embarazadas. Se deberán introducir de forma diaria alimentos ricos en calcio tales como:
En ocasiones previamente al embarazo o durante éste la mujer toma algún complemento alimenticio en cuya composición se encuentra el calcio pero es importante recordar que ningún complemento nutricional debe ser sustitutivo de una dieta equilibrada, especialmente durante una etapa tan importante como la del embarazo.