Mejorar la digestión y minimizar el riesgo de sufrir problemas relacionados con el aparato digestivo (tales como úlceras gástricas, reflujo o dispepsia (mala digestión)) es posible si sabemos mezclar del modo correcto los alimentos que ingerimos y seguimos unas pautas básicas sobre que alimentos no debemos comer al mismo tiempo.
La digestión consta de dos etapas: la química y la mecánica. La digestión química es aquella que realizan unas sustancias llamadas enzimas que ayudan a poder fraccionar los nutrientes en otros más simples que sí pueden ser absorbidos y pasados al torrente sanguíneo para que los puedan utilizar las células. La digestión mecánica es aquella que realiza el estómago y los intestinos, gracias a unos movimientos determinados que despedazan los alimentos que hemos ingerido.
Teniendo esto en cuenta es importante alimentarse de modo que a nuestro organismo le sea más fácil llevar a cabo todas estas tareas.
Para mejorar la digestión es importante seguir estas pautas básicas: