Los niños menores de 5 años tienen un mayor índice de alergias a los alimentos comparados con los niños mayores y las reacciones alérgicas especialmente se manifiestan con mayor asiduidad en los bebés, pudiendo ir de leves a severas. Un alimento muy común entre los niños pequeños que puede presentar reacciones alérgicas son las fresas, por ello los padres deben tenerlas muy en cuenta, principalmente cuando se dan por primera vez.
De acuerdo con la Universidad de Maryland, si los padres padecen alergias alimentarias, la posibilidad de que su hijo las padezca oscila alrededor de un 75 por ciento y si los padres no son alérgicos, el bebé aún puede tener entre el 10 y el 15 por ciento de probabilidades. Cuando un niño tiene una alergia a los alimentos, su sistema inmune reacciona a una sustancia inofensiva encontrada en un alimento en particular, que se conoce como alérgeno.
En la mayoría de los casos las alergias alimentarias son leves y en raras ocasiones pueden ser graves, pero cuando esto sucede se puede llegar a un shock anafiláctico, en el cual la lengua y las vías respiratorias se inflaman poniendo en riesgo la vida.
Las fresas como el maní y los mariscos, pueden provocar una reacción alérgica severa en algunos niños, por ello se deberá tener mucho cuidado al introducir las fresas a la dieta de un bebé, por lo tanto la primera vez que alimente a su bebé con fresas se deberá prestar mucha atención a cualquier síntoma, que se hará evidente casi inmediatamente después de la ingestión y los padres deberán poner especial cuidado cuando existan antecedentes familiares de alergias.
Un número de diferentes reacciones son posibles en un bebé que es alérgico a las fresas, siendo la reacción más común el síndrome de alergia oral, que afecta sobre todo a la boca y la garganta, cuyos síntomas incluyen; hormigueo, picazón, hinchazón de la boca, labios, lengua y garganta, acompañado de estornudos y ojos llorosos. Además, las fresas también pueden provocar en el bebé una reacción dérmica, como prurito, urticaria y dermatitis de contacto.
En casos graves, los síntomas de alergia pueden incluir vómito, calambres, diarrea y anafilaxia, aunque esto es muy raro, pero se debe tener en cuenta.