Antes de ver cuáles son los beneficios que nos ofrece la manzanilla para evitar los cólicos del bebé vamos a descubrir un poquito más acerca del síntoma de los cólicos, ya que resulta un problema bastante común entre los lactantes y en muchas ocasiones los padres no están bien informados y no saben cómo gestionar este problema.
Un cólico es un dolor muy fuerte,
independientemente de su localización. El cólico del lactante es un cólico
abdominal que sufren los bebés durante los primeros meses de su vida y
que exteriorizan mediante el llanto, un llanto intenso y largo.
Los cólicos
abdominales pueden darse independientemente de que la madre de el pecho o bien
alimente al bebé mediante fórmula adaptada.
Si pasadas las 12 semanas de vida
el bebé sigue teniendo cólicos es importante que acuda a un pediatra para que
se descarten otros problemas.
No hay consenso en las causas que producen estos episodios. Podrían darse en bebés con especial sensibilidad a la estimulación, o bien porque hay una intolerancia a las proteínas de la leche materna o bien de la leche adaptada, porque hay una excesiva formación de gases o incluso por la tensión de los padres o bien por un entorno familiar no adecuado.
La manzanilla es una planta que facilita las digestiones y además es espasmolítica. Una planta espasmolítica es aquella capaz de deshacer los espasmos (contracturas musculares) que se dan en el músculo liso, que es el caso del estómago.
Por este motivo, la manzanilla es una excelente opción para evitar los cólicos del bebé. Eso sí, es muy importante comprar un preparado de manzanilla específicamente indicado para bebés, ya que los principios activos de las plantas deben estar controlados y debidamente dosificados. Para administrarla, siempre seguiremos las indicaciones del laboratorio fabricante.