Todos hemos presenciado incluso en nuestra propia niñez, lo activo que nos encontrábamos físicamente hablando, jugando a todo lo que se propusiera junto a los demás niños del barrio haciendo de éstas actividades unas rutinas diarias.
Esto traía consigo además de fomentar la actividad física, que los cuerpos se cansarán o deshidratarán más rápidamente que en aquellos que no hacen deporte, por ende en los niños pequeños es un requisito hidratarse tomando agua muy seguido a lo largo del día.
Los infantes comúnmente son “amigos” del agua y esto beneficia aún más su hidratación, pero ¿cuánto debe consumir un pequeño al día?
La cantidad de agua es relativa, pero aunque muchos no lo crean son de 4 a 6 vasos de agua lo que debiera tomar un niño en un día normal, casi la misma cantidad que se le recomienda a un adulto.
No se debe menospreciar el factor clima que también juega un rol fundamental, porque comparando los tiempos no es lo mismo un niño jugando fútbol en pleno verano y a todo sol, que hacerlo en invierno y con mucho frío a cuestas.
Muchos son los beneficios que brinda el agua como tal, comenzando con uno de los más conocidos, ayudar a mantener una correcta digestión en los niños; también permite eliminar toxinas de una mejor manera; y entre otros tantos permite al cuerpo estabilizar su temperatura y preservarla.
La importancia del agua en el cuerpo de todo ser es muy conocida de seguro por muchos, pero los niños al estar en plena formación (los más pequeños) todavía no saben la relevancia de consumir líquido y lo que esto representa de modo que ser un buen ejemplo como adulto e instruir a los pequeños sobre el tema puede gestar la “semilla” que el niño necesita para hidratarse de buena manera cada día.