Cuando hablamos de bronquitis podemos referirnos a dos tipos: la bronquitis crónica y la bronquitis aguda. Cuando a un niño se le diagnostica bronquitis estamos hablando de una enfermedad aguda, esto significa que del mismo modo que la enfermedad se contrae, ésta sigue un curso y se autolimita curándose finalmente.
La bronquitis en niños es una enfermedad bastante común y el tratamiento que el pediatra le aplica a éstos es un tratamiento sintomático, es decir, trata los síntomas pero no cura la enfermedad ya que ésta desaparece espontáneamente.
Es importante conocer qué remedios podemos aplicar durante el tratamiento médico y que estrategias podemos llevar a cabo para prevenir la bronquitis en niños y sus recaídas. Este segundo punto es especialmente importante ya que las infecciones respiratorias repetidas en la infancia son causa de Enfermedades Pulmonares Obstructivas Crónicas en el adulto, por lo que la prevención de la bronquitis en la infancia es especialmente importante.
La bronquitis aguda se caracteriza por una inflamación de los bronquios y una producción excesiva de mocos. Esto se traduce en tos y congestión de las vías respiratorias bajas.
Durante el tratamiento médico debemos aumentar la ingesta de líquidos en la dieta y hacer que el niño beba mucha agua, caldos y zumos naturales ya que el líquido fluidifica la mucosidad y facilita la expulsión de ésta.
A nivel preventivo, para lograr que el niño no recaiga fácilmente al recuperarse de la bronquitis, es necesario aumentar el contenido de vitamina C en la dieta mediante la ingesta de frutas cítricas y zumos de naranja naturales.
También se pueden dar complementos que contengan vitamina C, propóleo o equinácea o algún complejo que contenga todas las sustancias citadas.
Estos complementos para prevenir la bronquitis en niños se deben dar durante períodos bien definidos de 2 a 3 meses no estando aconsejado el uso crónico.