En este artículo se van a dar unas pautas generales que el diabético debe tener en cuenta antes de iniciar un plan para perder peso, pero es importante destacar que debe ser el endocrino o la enfermera educadora en diabetes quienes aprueben cualquier cambio en la dieta o en la dosis de insulina.
Conocer el Indice de Masa Corporal
Lo primero que se debe hacer es detectar si existe una verdadera necesidad de perder peso, para ello utilizaremos el Índice de Masa Corporal. El IMC se obtiene dividiendo el peso por la altura multiplicada por dos.
Los valores normales del IMC se encuentran entre 18,5 y 24,9. Sólo si se supera el valor de 24,9 se debe iniciar un plan para perder peso.
El diabético debe tener en cuenta, que especialmente en su caso, están completamente contraindicadas las dietas hiperproteicas o de tipo disociativo, por lo tanto su dieta deberá ser una dieta equilibrada.
Se deberán restringir los alimentos fritos, así como las proteínas animales muy grasas (cómo por ejemplo la carne de cerdo o el salmón), del mismo modo y especialmente en este caso también se debe restringir completamente la bollería industrial.
Con estas restricciones ya habremos logrado reducir el contenido calórico de la dieta, no obstante, puede ser que no sea suficiente y quizás se deban reducir las raciones de hidratos de carbono. Esto último debe hacerse exclusivamente bajo supervisión médica ya que en este caso también será necesario reajustar la dosis de insulina.
Finalmente, como en todo programa para perder peso, el ejercicio físico suave pero constante es imprescindible para acelerar el metabolismo y que éste queme así más grasas.
Cabe destacar que la pérdida de peso debe permitirnos tener la diabetes bien controlada, si la diabetes se descontrola, significa que la manera de perder peso no sólo no es la adecuada sino que es peligrosa para la salud.