La composición de las dietas se aplica de forma estándar, sin tener en cuenta la evolución metabólica individual, por ello funcionan para algunas personas y para otras no, por ello se debe establecer la bioquímica determinada de una persona para evaluar la forma en que su cuerpo digiere los alimentos, constituyendo así la base de la tipificación del metabolismo o diferenciación del grupo metabólico.
El metabolismo reacciona de forma diferente ante cada alimento o combinación de alimentos, así como a los factores estresantes, por lo cual en base a su tipo metabólico; Carbohidratos, Proteico o Mixto, ciertos alimentos podrán equilibrar o exacerbar el metabolismo.
Un tipo de metabolismo carbohidrato es el que obtiene un 60 por ciento de sus calorías diarias totales de los hidratos de carbono, tales como verduras y granos enteros, completando su alimentación o 40 por ciento restante con una combinación de proteínas, como las contenidas en la pechuga de pollo y grasas, como las del aceite de oliva.
El tipo proteico es el que consume un 70 por ciento de sus calorías a partir de las proteínas y grasas, completando su alimentación con un 30 por ciento de carbohidratos en cada comida, por lo general este tipo metabólico consume proteínas de origen animal, principalmente carnes ricas en grasa como es el caso de la carne de res, más proteínas vegetales. Se limita el consumo de productos refinados para no exceder los carbohidratos y se opta por los integrales.
El tipo metabólico mixto obviamente se basa en el equilibrio entre los hidratos de carbono y las proteínas-grasas, consumiendo un 50 por ciento de las calorías diarias totales de los carbohidratos y un 50 por ciento de proteínas y grasas. Por lo general la persona de tipo mixto consume proteínas en cada comida y merienda, así como los carbohidratos pueden provenir de una variedad de fuentes tales como; vegetales ricos en almidones o no tanto como es el caso de los vegetales de hojas verdes.
Conclusión final: La evaluación del tipo metabólico permite elaborar una dieta más adecuada a cada persona en función de sus condiciones
físicas y actividades diarias, permitiendo un mayor rendimiento en todos los
niveles de su vida, pero también hay que tener en cuenta, que así como las
exigencias de la vida cambian en determinado momento, la dieta debe acompañarla.
La evaluación de los tipos metabólicos
como la elaboración de una dieta
adecuada siempre debe estar a cargo de un profesional competente.