La inflamación o granitos provocados por el acné pueden resultar dolorosos, pero por sobre todo antiestéticos en la piel que pueden causar en el tiempo trastornos psicológicos en los casos más graves, por ello conocer los recursos naturales para hacerle frente es muy importante, principalmente los relacionados a la alimentación como una solución interna y conocer los alimentos menos indicados para consumir cuando se atraviesa por ésta condición es importante para evitar que el acné se complique. Entre ellos se encuentran las grasas saturadas y grasas trans, contenidas generalmente en los alimentos de origen animal y procesados, como es el caso de las comidas rápidas.
La principal causa del acné es la sobreproducción de sebo, que el cuerpo produce para mantener la humectación de la piel y cuando ésta sustancia grasa se mezcla con las células muertas de la piel se puede formar un especie de tapón blando, que se deposita en los poros de la piel, dando lugar a una infección bacteriana localizada.
También los cambios hormonales, especialmente durante la pubertad o el embarazo, puede provocar el acné, al igual que ciertos medicamentos, cosméticos y otros productos de belleza.
Por lo cual una alimentación que incremente las sustancias grasas en el organismo, promueve o empeora el acné, y entre los alimentos considerados como aderezos de textura cremosa la mayonesa es uno de los más comunes utilizado para la elaboración de sándwiches y otras comidas, compuesta de un 65 por ciento de aceite vegetal, huevos, vinagre, jugo de limón y condimentos, junto con los productos lácteos y alimentos de alto índice glucémico, pueden aumentar o producir los brotes de acné.
Un alto índice glucémico en los alimentos hace referencia a que los carbohidratos que contiene provocan un mayor potencial para aumentar sus niveles de azúcar en la sangre, comparados con otros alimentos, según la Clínica Mayo.