La celulitis es el resultado de una acumulación de grasa y de toxinas (aunque también se debe tener presente el componente genético), estas grasas y estas toxinas provienen de la alimentación.
El primer paso para evitar y reducir la celulitis es prescindir de ellas, por tanto, se aconseja no comer fritos, ni embutidos, ni bollería industrial así cómo ningún alimento con un alto índice de grasa. Lo mismo sucede con las toxinas, se deben intentar reducir lo máximo posible para obtener unos buenos resultados. Estas toxinas provienen del café, del alcohol y del tabaco generalmente, aunque si el estilo de vida en general no es saludable estos residuos pueden provenir de diversas fuentes.
Después es importante iniciar unas pautas alimenticias de carácter depurativo. El término depurativo no debe confundirse con restrictivo, ya que en todo momento se debe llevar una dieta equilibrada que cuente con todos los grupos de alimentos necesarios.
Para conseguir una dieta equilibrada que a la par también sea una dieta depurativa para prevenir la celulitis se deben introducir de forma diaria dos grupos de nutrientes imprescindibles: las frutas y las hortalizas.
Dentro de la gran variedad que ofrecen estos grupos de alimentos nos deberemos decantar por aquellos que tengan un mayor contenido de agua, ya que a mayor cantidad de agua ingerida nuestro organismo va a sufrir un mayor drenaje, esto permite reducir la celulitis debido a la reducción de toxinas acumuladas.
Entre las frutas todas son recomendadas para la celulitis, aunque por contenido en agua se recomendaría la sandía, la pera, la naranja o la mandarina. Si también se busca un efecto saciante la más indicada es la manzana.
Se debería incorporar un mínimo de tres piezas de fruta al día y la que es más eficiente para quitar la celulitis es la piña pero ésta debe ser natural y a ser posible se debe comer la parte más dura que es el tronco central.