No sólo es necesario comer bien para nutrirse adecuadamente, sino absorber los nutrientes. Una buena salud intestinal nos garantiza una buena absorción de nutrientes y una buena eliminación de las toxinas. Si una parte tan fundamental de nuestro sistema digestivo como son nuestros intestinos padece algún trastorno no podemos esperar tener un buen estado de salud general, ya que no nos nutriremos del modo adecuado.
Son muchos los factores que intervienen en una buena salud intestinal pero entre ellos destacaremos el importante papel de la flora intestinal. La flora intestinal es el nombre dado al grupo de bacterias beneficiosas que puebla nuestro intestino. Estas bacterias participan directamente en la calidad de la digestión y en el sistema de defensas.
Las dietas excesivamente ricas en fibra o bien muy ricas en hidratos de carbono y proteínas pueden causar desequilibrios en la flora intestinal y en consecuencia la calidad de nuestra digestión se puede ver afectada y se nos pueden presentar síntomas tales como hinchazón abdominal, digestión difícil o gases.
No hay un único método válido. Un buen estado de la flora intestinal pasa por una dieta equilibrada que contemple todos los grupos de nutrientes en las proporciones adecuadas aunque también podemos utilizar pre o probióticos para reforzar nuestra flora y así mejorar distintas etapas de nuestra digestión.
Un buen modo de alimentar nuestra flora de manera diaria son los lácteos enriquecidos con bifidus. Estos derivados de la leche incluyen bacterias que una vez ingeridas refuerzan la flora intestinal y contribuyen a una buena salud intestinal.
También son útiles para prevenir las diarreas causadas por el tratamiento antibiótico y para notar sus beneficios será suficiente con ingerir uno de estos lácteos al día, aunque las necesidades pueden variar dependiendo de cada persona.