Los suplementos dietéticos han demostrado tener la capacidad para mejorar el enfoque en el cerebro de un niño, lo que se traduce en una mejora funcional cognitiva, además de impulsar el correcto desarrollo cerebral. Ciertos suplementos reducen la probabilidad de un niño a sufrir trastornos asociados con el desarrollo mental y la funcionalidad, por supuesto siempre bajo supervisión profesional calificada que evalué las necesidades individuales.
Suplemento herbal de Ginkgo y el ginseng; éstas dos hierbas naturales actúan como estimuladores cognitivos naturales, al mejorar la circulación sanguínea en el cerebro y por lo tanto su oxigenación, según especialistas de la Universidad de Columbia. Este tipo de suplemento herbal afina el enfoque mental de un niño mediante la reducción o supresión de las situaciones de la impulsividad y la distracción, ya que por ejemplo en el caso del Ginkgo biloba contiene productos químicos que mejoran el flujo de sangre al cerebro, llamados terpenoides que son capaces de estimular la memoria y las capacidades cognitivas.
Los suplementos herbales de Ginkgo y ginseng no tienen efectos secundarios, pero deben ser controlados por un profesional, debido a que en ocasiones puede generar una sobre estimulación principalmente en niños más pequeños, condición que será detectada inmediatamente por su médico.
Suplementos de Vitamina B; las vitaminas del complejo B han demostrado tener la capacidad natural de mejorar el estado de alerta en los niños y además los centran, según varios estudios donde se demostró que su consumo elevó el coeficiente intelectual en aquellos que consumían este suplemento vitamínico. Además tiende a incrementar los niveles de dopamina en el cerebro, así como puntualmente la vitamina B-6 estimula la atención y la vitamina B-5 actúa como un agente anti estrés o sea que evita la ansiedad, condiciones que implican un refuerzo del enfoque y el rendimiento de un niño en actividades que requieren un alto nivel de concentración mental.
La vitamina B-12 es esencial para la funcionalidad óptima de los nervios y las células rojas de la sangre, previniendo específicamente la pérdida de la memoria.