Veamos primeramente de dónde nace este interrogante sobre los efectos de mezclar hidratos de carbono y proteínas. Esta afirmación pertenece a un tipo de “dieta milagro” denominada dieta disociada. Esta dieta se basa en comer las cantidades que se quieran de cada alimento, pero sin mezclarlos entre ellos, es decir, en una misma comida se pueden ingerir cuantos hidratos de carbono o proteínas se quieran, pero no se deben mezclar ambos.
Esta dieta se sustenta en la base de que nuestro sistema digestivo no está preparado para asimilar del mismo modo los nutrientes, y por tanto las calorías, si se le administra un único tipo de alimento.
El tema es que esta afirmación carece completamente de rigor científico dado que nuestro organismo está perfectamente preparado para absorber los nutrientes y calorías de cualquier alimento, se administre por separado o junto a otros de distintas características.
Una vez dicho esto podemos asegurar que no hay ningún inconveniente en mezclar hidratos de carbono y proteínas, pero si lo que queremos es mantener nuestro peso o incluso bajarlo, si debemos controlar que esta mezcla no resulte excesivamente calórica, algunas pautas a seguir son las siguientes:
Si sabemos llevar a cabo una dieta equilibrada podemos mezclar hidratos de carbono y proteínas sin problema alguno, teniendo siempre presente que los hidratos de carbono se deben comer en mayor proporción que las proteínas (55% frente a 15%), por lo que la proteína siempre se deberá tomar como un segundo plato y no como plato principal.