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Versión para imprimir del artículo Complementos de Soja para la Menopausia: ¿Son adecuados?. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Los complementos de soja en la menopausia se utilizan al llegar a esta etapa de la mujer para aliviar los síntomas que se producen una vez la menstruación se ha retirado de manera definitiva. Los síntomas que la mujer experimenta en la menopausia son varios y no siempre se experimentan todos: sofocos y sudor, insomnio, estado bajo de ánimo, problemas de calcificación óseo y aumento de la grasa abdominal son los más típicos.
Al llegar la menopausia estos síntomas se producen porque hay un cambio muy drástico en el nivel de hormonas femeninas. La bajada intensa de estos niveles altera la temperatura corporal, la distribución y metabolismo de la grasa, y lo que es más importante, el proceso de remodelación ósea. Este proceso permite que haya una creación y destrucción de tejido óseo que mantiene nuestra densidad ósea en unos niveles adecuados. Al llegar la menopausia el riesgo de sufrir osteoporosis aumenta porque este proceso no se lleva a cabo de la forma adecuada.
La soja es un vegetal que contiene fitoestrógenos. Los fitoestrógenos son unas hormonas vegetales que el cuerpo reconoce como propias, vendrían a ser el equivalente vegetal de las hormonas femeninas.
Entonces, si los síntomas de la menopausia se producen precisamente por una drástica reducción en los niveles de estrógenos el hecho de introducir la soja permite que nuestro cuerpo vuelva a funcionar en base a las hormonas que libera la mujer en etapa fértil y esto permite reducir los síntomas de la menopausia.
Es importante hacer una distinción entre la soja como alimento y la soja como complemento nutricional. La soja como alimento representa una fuente importante de proteínas vegetales y nos ayuda a equilibrar nuestra alimentación, por lo que si no hay ninguna patología no existe problema en tomarla en nuestra dieta cotidiana.
Ahora bien, el gran problema del uso de complementos de soja en la menopausia es
que estamos sometiendo al cuerpo a una estimulación hormonal que no es natural.
Una vez se ha retirado la menstruación el cuerpo de la mujer ya no necesita
tener la misma concentración hormonal que cuando era fértil.
La terapia hormonal sustitutiva con isoflavonas de soja durante la menopausia, sin supervisión médica, puede incrementar el riesgo de sufrir cáncer de mama, por lo que no deben consumirse estos complementos a la ligera.
