La L-Carnitina es una sustancia cuya misión es movilizar los tejidos grasos para que éstos sean consumidos por la célula en forma de energía, de modo que nuestro cuerpo aumenta su metabolismo lipídico y su resistencia.
Nuestro organismo logra sintetizar la L-Carnitina a través de los diferentes nutrientes obtenidos de una dieta equilibrada.
Esta sustancia tiene múltiples propiedades y está indicada en más de un caso específico aunque es utilizada de forma habitual por deportistas y por personas que siguen una dieta de adelgazamiento.
Es muy importante destacar que la L-Carnitina no es eficaz para adelgazar si no se hace ejercicio físico.
Durante el deporte la L-Carnitina moviliza las reservas de grasas y las pone a disposición de las células para que éstas utilicen las grasas como fuente energética. Este hecho, se traduce, para una persona que sigue una dieta hipocalórica, en una mayor pérdida de grasa y peso corporal, ya que la L-Carnitina favorece el gasto de los lípidos acumulados.
En una persona deportista que no requiera un control de peso, la L-Carnitina favorece la irrigación sanguínea hacía el tejido muscular y aumenta la resistencia disminuyendo así las lesiones causadas por fatiga muscular.
La dosis recomendada de L-Carnitina en forma de complemento nutricional (que jamás debe sustituir una dieta equilibrada) es de 750 mg. aunque en el mercado se encuentran concentraciones incluso de 1500 mg. siendo éstas poco recomendables ya que se apartan mucho de la dosis estándar utilizada y estudiada.