Al poco de que nazca tu hijo de tu pecho saldrá un liquido que se denomina calostro, que no es leche, sino una sustancia que resulta un alimento muy rico en nutrientes para el recién nacido, y que le ayudará a hacer sus primeras heces y depurarse de esta manera.
A partir del segundo o tercer día se producirá lo que llaman “la subida de la leche”, y tu cuerpo empezará a segregar leche materna, al principio un poco acuosa y que poco a poco irá ganando en grasas. Este será el mejor alimento que podrás aportarle a tu hijo, además para ti también tendrá beneficios, puesto que ayudará al organismo de la madre a recuperarse con mayor facilidad, el útero volverá más rápido a su tamaño normal, tu cuerpo perderá peso más rápidamente, no tendrás que ensuciar la cocina para prepararle la comida, y además, te saldrá gratis. Eso sí, será un trabajo que solo te corresponderá a ti, pero merece la pena.
En el periodo de lactancia se genera la prolactina que ayuda a la madre a mantener el agotador ritmo que marca su hijo, puesto que la demanda del bebe en los primeros días va a ser continuada, sea de día o de noche, por lo que te esperan horas de vigilia, y a su vez tiene un efecto relajante, en cuanto pongas tu bebe al pecho más de una vez darás cabezaditas, pero tranquila, el pequeñín no se te caerá, porque aun dormida, tu instinto maternal está alerta. Pero para estar más tranquila puedes darle el pecho tumbada en la cama, la siestecita será placentera para ambos.
La alimentación para este periodo deberá ser lo más completa y variada posible, y beber abundante liquido, probablemente tendrás mas sed, porque será necesario para que sigas produciendo leche.
Deberás moderar o evitar las bebidas con cafeína (café, té mate), evitar el alcohol y el tabaco, y tener mucho cuidado con los medicamentos que tomas, porque todo esto pasará a través de tu leche al bebe.
Del mismo modo aquello que comas hará que cambie el gusto de tu leche, de modo que según sea tu menú será el del bebe, se aconseja que no se tomen alimentos fuertes, como cebolla, ajo, espárragos, col, rábanos, embutidos o comidas con especias fuertes.
Durante el periodo que le das el pecho a tu hijo puedes ir introduciendo estos alimentos de a poco en tus comidas, y si no notas rechazo de tu hijo a la hora de la toma seguir consumiéndolos, porque quizás si a ti te gusta el saber de la cebolla a él también le guste el sabor que le estas trasmitiendo a través de tu leche.