Las dietas destinadas a la pérdida de peso pueden encontrar un gran aliado en los tomates cocidos, ya que una taza contiene solo 80 calorías, así como la mitad de un gramo de grasa, por lo cual para todos aquellos que se encuentren vigilando su ingesta, deben tener en cuenta que en una dieta de 2.000 calorías diarias, la inclusión de una porción de tomates cocidos representa solo un 4 por ciento de las calorías totales.
La fibra contenida en un porción de tomates cocidos es del 7 por ciento, con respecto del total de la ingesta diaria recomendada, así como el contenido de sodio representa solo el 19 por ciento del valor diario recomendado o sea 464 mg.
Los tomates cocidos representan una buena fuente de vitamina C, contando con un 31 por ciento del valor diario recomendado y destacando entre sus muchas funciones orgánicas, la estimulación natural del sistema defensivo del cuerpo, ya que es un poderoso antioxidante natural, además de intervenir en la reducción del colesterol favoreciendo los ácidos biliares y la síntesis de colágeno, por lo cual es muy importante para mantener la salud de los tendones, huesos, y vasos sanguíneos.
El bajo contenido de sodio de los tomates cocidos resulta muy beneficioso para los hipertensos como para aquellos que padezcan de problemas cardiacos.
Los tomates cocidos contienen fitosteroles a razón de 14 mg por porción y estas sustancias naturales son capaces de inhibir la absorción del colesterol. Según el Instituto Linus Pauling el consumo diario de 0,8 g de fitoesteroles reduce los niveles de colesterol LDL o malo en sangre.
Para tener en cuenta: se puede aumentar la cantidad de fitosteroles contenidos en los tomates cocidos, combinándolos con frutos secos, legumbres, cereales integrales y aceites vegetales sin refinar.