El otoño y el invierno son estaciones en las que el brusco cambio de temperaturas hace idónea la aparición de diversas enfermedades respiratorias y las ya existentes de forma crónica pueden empeorar.
Las
afecciones respiratorias pueden ir
desde la forma más leve, como un simple
resfriado hasta afecciones graves tales como la neumonía atípica (causada
por un virus y sin tratamiento específico) que pueden llevar incluso a la
muerte de la persona que la sufre.
En la prevención y en el tratamiento de estas enfermedades respiratorias, la alimentación puede jugar un papel
muy importante, sobretodo en el alivio de algunos síntomas.
Lo
mejor para prevenir este tipo de afecciones
respiratorias así como múltiples enfermedades infecciosas es la Vitamina C
ya que esta vitamina estimula y refuerza el sistema inmunitario.
La vitamina C se encuentra
mayoritariamente en las frutas cítricas tales como la naranja y el limón aunque algunas hortalizas como el pimiento también presentan un alto
contenido de esta vitamina.
La vitamina C actúa a nivel preventivo pero no es una gran ayuda durante la enfermedad. No obstante, durante la afección respiratoria se recomienda seguir tomando alimentos ricos en vitamina C. Esto es así porque tras superar una enfermedad contagiosa el sistema inmunitario queda debilitado y esto causa recaídas. Estas recaídas son prevenibles si durante la infección se ha seguido tomando una dieta rica en vitamina C.
También es imprescindible aumentar la ingesta de líquidos, sobretodo la ingesta del agua. La mayoría de las enfermedades respiratorias se caracterizan por un importante cúmulo de mucosidad en las vías respiratorias inferiores (bronquios), el agua ayuda a fluidificar la mucosidad y por tanto facilita su expulsión.
Es aconsejable restringir alimentos como la leche o las patatas, ya que éstos actúan aumentando la producción de moco y por tanto empeoran la congestión, características de las enfermedades respiratorias como la gripe y el resfriado.
Puede ser muy útil acompañar una dieta adecuada con infusiones de menta y eucalipto, ya que estas plantas tienen acciones balsámicas y expectorantes.