Si padecemos los efectos secundarios de una comilona, la forma popular de referirse a un exceso alimentario, es recomendable seguir estos consejos para recuperarse más rápido.
Cómo encontrar alivio después de una comilona
Por lo general cuando se come demasiado y rápido, lo
que se suele denominar como comilona, el cerebro no recibe el mensaje hormonal
indicándole que el estómago está lleno y en consecuencia no emite la sensación de saciedad, permitiendo así
la incorporación de más cantidad de alimento, lo cual se traducirá en
posteriormente en una sensación de
debilidad o cansancio e incomodidad física, dependiendo de la cantidad,
tipos y combinación de los alimentos consumidos.
Aquí les brindamos algunos consejos saludables para aliviar el
malestar después de una comilona:
- Ejercicio
Estimular los procesos
metabólicos ayudará a quemar más calorías y a digerir los alimentos consumidos
en exceso, debiendo realizar una actividad
fisca suave o moderada y después de una hora de haber comido,
recomendándose como ejercicio mas adecuado una caminata tranquila.
- Bebidas carbonatadas
Las bebidas gaseosas pueden
estimular la producción de eructos, los cuales liberan de gases al estómago, aliviando el malestar al liberar algo
de presión.
- Bicarbonato
El bicarbonato es el antiácido natural por excelencia, que
puede neutralizar los ácidos del
estómago, que al exacerbarse pueden provocar dolor después de una comida
abundante o mal combinada. La acción antiácida puede proveer de alivio a los dolores estomacales.
- Mantenerse sentado en lugar de acostarse
Cuando comemos en exceso se sobre
estimula la producción de la hormona serotonina, por la acción de los hidratos de carbono, produciendo la
característica sensación de somnolencia y por lo tanto uno desea acostarse,
pero con el estomago lleno es muy perjudicial
para la salud acostarse, ya que se sobrecarga de trabajo a todos los
órganos implicados en la digestión, al reducirse el metabolismo.
Por ello un consejo simple pero
muy saludable, es mantener la postura de
sentado por lo menos una hora después de una comilona, para que los alimentos se
digieran más fácilmente, ya que la verticalidad acompaña a la gravedad y favorece los movimientos musculares digestivos.