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Versión para imprimir del artículo 4 Beneficios de la Remolacha muy diferentes. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La remolacha roja es una planta de la que se consumen sus grandes raíces de un peculiar y vivo color. Es esta parte de la planta la que posee múltiples propiedades para nuestra salud, entre ellas, nos ayuda a bajar el colesterol.
La remolacha ha demostrado en recientes estudios que es capaz de reducir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, aumentando de forma paralela los valores de colesterol bueno (HDL) por lo que juega un importante papel como protectora de nuestra salud cardiovascular.
La remolacha: una planta rejuvenecedora
Contiene betanina, ácido fólico y vitaminas antioxidantes. Todas estas sustancias se comportan previniendo el daño que causan los radicales libres, unas sustancias que se derivan del contacto del cuerpo con el oxígeno y que son las responsables del envejecimiento prematuro de la piel y también de otros trastornos celulares.
La remolacha contiene altos valores de hierro, un nutriente muy necesario durante el embarazo pero también durante la menstruación, debido a la pérdida de sangre que se sufre. Para estos casos, el consumo cotidiano de remolacha resulta un excelente preventivo para la anemia.
Además, ya hemos mencionado que contiene ácido fólico, otro nutriente que necesita la mujer embarazada, ya que previene trastornos de la formación en el feto.
Se trata de una hortaliza con bajo poder calórico y además rica en fibra y en vitaminas del grupo B.
De una parte no engorda, pero además, su contenido en fibra ayuda a regular el apetito y mantenerlo más estable.
Su contenido en vitaminas del grupo B es esencial para cualquier persona que necesite perder peso, ya que estas vitaminas ayudan a que los hidratos de carbono se metabolicen mejor y por lo tanto previene que los azúcares sean transformados en grasa.
A pesar de todos los beneficios de la remolacha, ésta tiene una principal contraindicación, es rica en oxalatos. Los oxalatos son unas sustancias que pueden resultar perjudiciales para las personas con artritis o con gota y especialmente para aquellas personas que tienen cálculos de oxalato cálcico.
