Si le ofreciéramos a un niño con sobrepeso una dieta estrictamente hipocalórica el niño lo viviría como un período que debe acabarse tarde o temprano. Esto no debe suceder con una dieta equilibrada. Con la dieta equilibrada debemos buscar mantener unos hábitos alimentarios sanos durante toda la vida.
Para comer bien de forma permanente es importante comer variado así como es importante no renunciar a los sabores, incluidos los sabores dulces.
Más allá de la perjudicial bollería industrial podemos preparar comidas dulces y saludables, para ello es imprescindible tener como aliado la fruta.
Esta merienda es idónea para darla en una tarde dónde el niño deba realizar alguna actividad física, ya que esto permitirá que queme todo el azúcar de la fruta y además le aportará vitaminas y minerales que le ayudarán a realizar el esfuerzo físico.
Para una tarde sedentaria se recomienda dar una merienda más simple.
Lo atractivo de esta merienda es que posee una presentación más atractiva (más elaborada que dar simplemente una pieza de fruta), al contar con más de un alimento da la sensación de que sea más comida de la habitual y finalmente posee un sabor dulce, lo que es importante para esos niños golosos que deben privarse de alimentos ricos en azúcares y grasas.
Necesitaremos los siguientes ingredientes:
- Un yogur natural, edulcorado y desnatado
- Medio plátano (no muy maduro)
- Una pera pequeña
Trocearemos el medio plátano en rodajas. Lavaremos la pera y la cortaremos en daditos.
Verteremos las frutas en un tazón y le añadiremos el yogur. Finalmente lo mezclaremos todo.