Los beneficios del consumo de almendras en mujeres embarazadas, bien sean crudas bien sean tostadas, se relacionan con la riqueza nutritiva de estos frutos secos y también con su facilidad de digestión. De hecho, tomar un puñadito de almendras cuando hay molestias estomacales debidas al embarazo es un remedio casero que suele dar muy buenos resultados.
Durante el embarazo aumentan los requerimientos de calcio y la almendra es un alimento rico en este mineral, hasta el punto de ser la leche de almendra una de las opciones más habituales entre las personas que no pueden consumir lácteos y también entre quienes padecen de molestias estomacales. De todas formas, si la mujer no presenta alergias o intolerancias, debe combinar los productos lácteos con las almendras (o leche de almendras).
Las almendras constituyen una importante fuente de proteínas, imprescindibles para la formación de los músculos y de muchas estructuras del feto, así como de grasas saludables, que ayudan al correcto desarrollo del sistema nervioso en el futuro bebé.
Ricas en vitaminas del grupo B, incluyendo el ácido fólico, así como en hierro y magnesio, las almendras ayudan a prevenir o tratar la anemia que suele aparecer en los meses cuarto o quinto del embarazo.
El magnesio ayuda a reducir fatiga debida al lógico aumento de peso a medida que avanza la gestación, mientras las vitaminas B1 y B6 ayudan a combatir el nerviosismo y los cambios de humor.
Para aprovechar los beneficios de las almendras durante el embarazo basta con tomar unos 20 o 25 gramos diarios, o consumir dos vasos de leche de almendras a lo largo de la jornada. Pese a ser muy calóricas, tomadas con moderación las almendras no suponen un aumento innecesario de peso y sí aportan nutrientes indispensables.
Contraindicaciones de las Almendras: Las personas alérgicas a los frutos secos, entre lo s cuales se incluyen las almendras, como es lógico, deberán eliminar los alérgenos de su dieta.