El catarro es una enfermedad vírica que causa congestión nasal y ocular, malestar general, tos con expectoración y aumento de la mucosidad. Al ser una enfermedad causada por un virus no existe un tratamiento específico y lo que se suelen tratar son los síntomas. Se facilite o no tratamiento, el catarro se auto limita y suele durar un máximo de diez días.
Existen ciertos alimentos prohibidos en el catarro porque empeorarían sus síntomas.
La leche es uno de ellos y del mismo modo lo son todos los derivados lácteos. Estos alimentos contienen unas sustancias que aumentan la secreción de mucosidad y por tanto empeoran la congestión nasal y de las vías respiratorias bajas.
La patata actúa del mismo modo que la leche por lo que también se desaconseja su consumo durante la convalecencia.
Cualquier bebida fría también debería estar restringida ya que aunque el frío corta el estímulo nervioso y por tanto puede actuar como un buen anestésico empeora las afecciones bucales y faríngeas.
En el extremo contrario, también encontramos alimentos que nos pueden ser muy útiles para una pronta recuperación.
Los líquidos calientes son idóneos para mejorar el dolor de garganta ya que el calor siempre actúa como antiinflamatorio y además, una ingesta adecuada de líquidos y agua al día ayuda a fluidificar y por tanto expulsar la mucosidad.
Es recomendable también tomar de forma diaria un zumo natural de naranja ya que esta fruta cítrica es rica en ácido ascórbico (vitamina C) y éste juega un papel importante respecto al sistema inmunitario, reforzándolo y por tanto previniendo enfermedades infecciosas de repetición.
También es útil como remedio casero tomar infusiones expectorantes a base de mentol o eucalipto y estas plantas también se pueden utilizar para hacer vapores.
Si durante el catarro la afección de garganta causa una molestia importante se puede hacer gárgaras con infusiones de tomillo.