Para el estreñimiento no hay una definición aplicable a todos los niños ya que éste se define como una reducción en la evacuación de heces del 25% o bien dificultad en la evacuación. Pero los síntomas que va a presentar los niños con estreñimiento van a ser dolor abdominal e hinchazón abdominal.
La causa más frecuente de estreñimiento, sobre todo al hablar de la infancia, son los malos hábitos de alimentación. Una alimentación que no sea equilibrada, con una baja ingesta de líquidos naturales así como de frutas y verduras reduce notablemente el peristaltismo intestinal (los movimientos del intestino) y asegura la imposibilidad de evacuar las heces.
La clave está en aumentar la cantidad de fibra paralelamente a la cantidad de agua o líquidos naturales. Esto debe ser así porque un aumento de fibra en la dieta con una pobre ingesta de agua, agravaría la obstrucción intestinal ya que la fibra podría crear una especie de taponamiento.
Es importante que el niño con estreñimiento intente beber un mínimo de 1,5 litros de agua al día además de zumos naturales de frutas.
Para aumentar eficazmente la ingesta de fibra bastará con incluir un plato de verduras diario y hacerle tomar al niño las frutas con la piel si es posible, ya que es la parte que más fibra contiene.
También se puede contemplar la opción de administrarle lácteos enriquecidos con bífidos. Los bífidos son bacterias que contribuyen a la flora intestinal y un buen estado de esta flora lleva a unas buenas funciones del aparato digestivo.
Si a pesar de estos cambios el niño sigue teniendo problemas de estreñimiento una de las soluciones menos agresivas y que no crea habituación es la administración de supositorios de glicerina.