Probablemente en más de una ocasión hayamos oído hablar de la L-Carnitina o incluso hayamos consumido un complemento nutricional a base de L-Carnitina asociado a la pérdida de peso, pero antes de iniciar un tratamiento de este tipo quizás debamos repasar qué es exactamente esta sustancia y para qué está indicada.
La Carnitina o L-Carnitina es una sustancia de naturaleza proteica que nuestro cuerpo obtiene a través de varios aminoácidos esenciales (la parte más pequeña de una proteína, y que en este caso sólo se puede ingerir a través de la alimentación ya que el cuerpo no los sintetiza). Es decir, la carnitina se forma en nuestro cuerpo de manera natural a partir de otras sustancias que ingerimos.
La L-Carnitina juega un papel muy importante en el metabolismo de los lípidos (grasas), ya que transporta estos ácidos grasos hasta la membrana de las mitocondrias (una pequeña parte dentro de nuestras células que se encarga de producir energía para el organismo). Por tanto, la L-Carnitina es imprescindible para movilizar las reservas de grasas y obtener energía de ellas, quemándolas.
Para garantizar los niveles internos adecuados de Carnitina es necesario seguir una dieta equilibrada que contemple todos los nutrientes. Si además optamos por tomar un complemento de L-Carnitina para perder peso, este sólo tendrá sentido y hará un verdadero efecto si se cumplen dos condiciones:
- Es necesario seguir una dieta hipocalórica.
- Es necesario hacer ejercicio aeróbico que aumente la frecuencia cardíaca después de tomar la L-Carnitina, para que así se produzca una verdadera combustión de las grasas.
La dosis de L-Carnitina que se necesita antes de realizar el esfuerzo físico oscila entre los 500 miligramos y 1 gramo, en todo caso hay que seguir las indicaciones del fabricante y consultar con un profesional de la salud antes de empezar a tratarse con este suplemento.