Las Infecciones Urinarias en niños

Síntomas de las infecciones urinarias

Las infecciones urinarias pueden darse en la parte alta, media o baja de las vías urinarias siendo más frecuente una afectación de la parte baja, es decir, de la vejiga de la orina. 

Esta infección de orina de las partes bajas es más comúnmente conocida como cistitis, la causa una bacteria llamada Escherichia Coli  y los síntomas que produce son muy característicos:

• Urgencia miccional (el niño siente deseos de orinar urgentemente con mucha frecuencia)
• Disuria (tiene dificultades al orinar ya que la micción le produce dolor y escozor en la vejiga)
• Dolor hipogástrico (es un dolor localizado en la zona bajo el vientre que persiste durante toda la infección)
• Hematuria (pueden observarse pequeños hilillos de sangre en la orina, este síntoma no tiene porque ser extremadamente grave aunque indica claramente una cistitis)

Las infecciones urinarias como todas las enfermedades infecciosas causadas por bacterias necesitan de un tratamiento antibiótico, en este caso el fármaco debe ser prescrito por un pediatra pero concretamente, para la cistitis existe una alternativa natural igualmente efectiva: el arándano rojo americano.

Arándano para el tratamiento de las infecciones urinarias

El arándano rojo americano se comercializa en distintas presentaciones, desde jarabes hasta cápsulas por lo que la dosis se puede adaptar perfectamente a la edad del niño. Este complemento natural no únicamente es útil para tratar las infecciones urinarias cuando ya están establecidas sino como prevención.

En el caso de que el niño haya sido tratado con un fármaco antibiótico, es aconsejable que al acabar este inicie un tratamiento con arándano rojo para prevenir posibles recaídas.

Uno de los consejos más importantes a seguir durante la cistitis es mantener una alta ingesta de líquidos, preferiblemente agua. A pesar del dolor que supone miccionar durante la infección es primordial beber toda el agua posible para así limpiar las vías urinarias de gérmenes. Para no retrasar la recuperación es importante vigilar al niño para que éste no se aguante las ganas de orinar ya que esto empeoraría el cuadro clínico.