El hierro es un mineral esencial para la salud de la sangre ya que interviene en el proceso de oxigenación celular y por ello su deficiencia puede derivar en debilidad o cansancio, falta de concentración y patologías graves si se extiende en el tiempo como es el caso de la anemia ferropenica. Por ello la dieta de un niño debe cubrir muy bien las necesidades de este importante mineral.
Las patatas dulces aportan una buena cantidad de hierro en la dieta y los niños las aceptan muy bien, ya que se pueden preparar de distintas formas para que les agraden más aún.
Las lentejas son otra fuente de hierro que pueden elaborarse de distintas formas para incluirlas en las dietas infantiles, ya que se pueden procesar e incorporar a distintas preparaciones, hasta se pueden elaborar hamburguesas vegetarianas que son de gran aceptación entre los niños.
Las fresas son muy ricas en hierro y esta fruta es muy atractiva para los más pequeños que las consumen como caramelos naturales, pero con una gran riqueza nutricional ya que poseen grandes cantidades de vitaminas antioxidantes como la C y la A, que fortalecen las defensas orgánicas.
La carne es una buena fuente de hierro y en particular el hígado de res, que además le brindan al niño el mejor aporte de proteínas completas indispensables para el crecimiento.
El pan integral es otras importante fuente de hierro, al que se le puede incorporar harina de avena, otro cereal muy rico en el mineral además de poseer nutrientes esenciales como el calcio y el fosforo indispensables para el desarrollo tanto óseo como cerebral.
Los huevos representan otra fuente nutricional muy importante para la nutrición infantil, ya que son muy ricos en hierro, proteínas de alta calidad, vitamina B 12 y otras sustancias esenciales para el correcto desarrollo infantil.