¿Porqué las personas aumentan de peso en verano?
En la estación veraniega son muchos los cambios que se producen y que afectan a nuestro organismo: se alargan considerablemente las horas de luz solar, lo que repercute positivamente en nuestro cerebro, tenemos preferencia por los alimentos frescos debido al aumento de temperatura y aumentamos nuestras horas al aire libre.
Todos estos cambios afectan a nuestra alimentación, no siempre positivamente, y es por esto que mantener el peso puede suponernos todo un desafío.
Comemos alimentos más calóricos como por ejemplo los helados y aumentamos nuestro consumo de bebidas alcohólicas (cerveza, cerveza con limón, vino, sangría...), solemos acompañar estas bebidas de aperitivos altos en grasa como patatas de bolsa, olivas y frutos secos (aunque éstos dos últimos nos aportan unas grasas muy saludables).
Cuando alargamos estos nuevos hábitos durante aproximadamente 3 meses podemos ganar peso, ya que no sólo estamos ingiriendo más calorías de las que llegamos a quemar, sino que en muchas ocasiones, estamos aumentando el consumo de sal, lo que nos lleva a retener líquidos y aumentar nuestra masa.
Para poder mantener el peso en verano bastará con seguir estos sencillos consejos:
- Reducir el consumo de helados, intentar tomar como máximo 2 a la semana, preferiblemente deberán ser helados de hielo o bien helados sin azúcar.
- Aumentar el consumo de fruta fresca. La fruta debería ser el principal postre de las comidas, y no los helados. Consumir piezas como el melón o la sandía nos ayudará a refrescarnos, hidratarnos y por su alto contenido en agua nos permitirán aumentar ligeramente la producción de orina y a prevenir la retención de líquidos.
- Restringir el consumo de alcohol. Aunque tengamos la sensación de que una bebida alcohólica fría nos refresca, en realidad nos predispone a la deshidratación, ya que el alcohol inhibe la hormona antidiurética. Como alcohol tomaremos únicamente vino tinto en las comidas. (Están recomendadas dos copas al día en el hombre y una copa al día en la mujer).
- Tomar lácteos desnatados enriquecidos con probióticos. Si el verano cambia nuestro ritmo intestinal, estos lácteos nos ayudarán a regular nuestro tránsito.
- Tomar verduras frescas en abundancia. Ya que las altas temperaturas del verano nos predisponen a las comidas frescas, es momento de aprovechar para preparar ensaladas y salteados sencillos.
Siguiendo estas sencillas pautas nos resultará muy fácil mantener nuestro peso durante toda la estación veraniega.