La amigdalitis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria. La amigdalitis genera una inflamación de las amígdalas faríngeas, más conocidas como anginas y dada la naturaleza infecciosa de la enfermedad ésta suele cursar con fiebre elevada por encima de los 38 grados y malestar general.
La amigdalitis no es una infección exclusiva de niños pero sí es cierto que el grupo que con mayor riesgo puede contraerla son los niños en los primeros años de su infancia.
El tratamiento de la amigdalitis es antibiótico. Es imprescindible que el pediatra le prescriba al niño un fármaco anti microbiano aunque paralelamente a esto, también podemos llevar a cabo un tratamiento higiénico y enfocado a una más pronta recuperación.
Como en toda enfermedad infecciosa, para la amigdalitis en niños se recomienda el reposo con sudoración, abrigar al chico en el tiempo de convalecencia para que su cuerpo aumente la transpiración es un mecanismo natural y eficaz que permite que el organismo se libre de parte de la carga bacteriana.
Otra de las características citadas de cualquier enfermedad infecciosa es que progresa con fiebre, por este motivo en el tratamiento de la amigdalitis es importante abordar esta hipertermia. Para ello se pueden realizar baños con agua tibia (no fría, porque una gran diferencia de temperatura puede resultar nociva), aplicar compresas frías y para que el síndrome febril no comporte ninguna complicación también es importante mantener una correcta hidratación mediante una adecuada ingesta de líquidos.
Para combatir la inflamación de las amígdalas faríngeas (anginas) es importante dar a tomar líquidos calientes ya que el calor actúa bajando la inflamación y por el mismo motivo se deben restringir temporalmente todos aquellos alimentos que se tomen fríos.
Como ya se ha mencionado, el tratamiento de la amigdalitis en los niños incluye como primer mediada un antibiótico así que para evitar los cuadros de diarrea que pueden darse como reacción adversa a estos fármacos sería adecuado tomar algún complemento pre o probiótico, o bien yogures con bífidos a temperatura ambiente.