La enfermedad celíaca produce daños intestinales antes de ser diagnosticada y tratada. Se ha visto que ciertos probióticos pueden ayudar a revertir el daño producido. Es importante aclarar algunos conceptos y ver cómo se produce este daño.
Esta enfermedad se caracteriza por un proceso inflamatorio que acaba en la destrucción de la célula intestinal, llamada entereocito. Esta inflamación es producida en el intestino al entrar éste en contacto con el gluten. Esta sustancia que desencadena la reacción alérgica la encontramos en el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Obviamente no todas las personas reaccionan así ante estos compuestos. Para desarrollar la enfermedad celíaca es necesaria también una determinada predisposición genética.
En base a esto el mejor tratamiento para la enfermedad celíaca, y también el más natural, es una alimentación exenta de estos cereales. Con una dieta adecuada el daño sufrido a nivel intestinal (la recuperación completa de los entereocitos) se revierte a los dos años tras haber iniciado el tratamiento dietético. Este proceso es más lento en adultos.
Si padeces enfermedad celíaca y quieres tomar probióticos lo más importante es que te dejes aconsejar por personal cualificado. No todos los probióticos llevan las mismas cepas de bacterias ni en la misma cantidad y cuando se trata de revertir el daño intestinal sufrido no todas las cepas bacterianas son útiles. Es muy importante que el probiótico sea el más adecuado para tu situación fisiológica.