La cocción de las carnes es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta para el embarazo, ya que la falta de cocción puede ser perjudicial para la salud de la madre y el feto, al correr el riesgo de contraer una infección conocida con el nombre de “toxoplasmosis”, principalmente cuando se consume carne de cerdo o de cordero.
Si bien el parásito responsable de la toxoplasmosis normalmente causa síntomas de gripe en el adulto, se vincula como causa de daño cerebral en el bebé y la posibilidad potencial de producir un aborto involuntario, por ello prestar atención a la cocción es fundamental para prevenir este grave desenlace.
Siempre que las carnes estén bien cocidas se pueden comer con seguridad, especialmente las carnes mencionadas de cerdo o cordero, ya que por lo general pueden contener el parasito en mayor medida que otras carnes.
Otro factor a tener muy en cuenta es cuando la cocción de las carnes se realiza en la parrilla de carbón, esta vez el problema para el embarazo no se puntualiza en el alimento sino en el humo que produce, ya que la mujer embarazada debe evitarlo, porque de lo contrario puede hacerle daño a su bebé.
Esto se debe a que las parrillas de carbón producen monóxido de carbono, hollín y partículas que contaminan el aire, que pueden reducir la cantidad de oxígeno disponible en el torrente sanguíneo de la madre, afectando la oxigenación de las células del bebé.
Por ello durante el embarazo siempre que se cocine a la parrilla, deberá ser en un área bien ventilada y evitarse el humo dentro de lo posible.
Si bien el humo no se considera dañino para los adultos, esta forma de cocción de los alimentos en cercanía de una embarazada puede afectar el correcto desarrollo del feto.