Por lo general toda embarazada recibirá de su médico una lista de alimentos beneficiosos para su condición, así como también aquellos que deberá evitar hasta que nazca su bebé, en este último caso entre los alimentos prohibidos se encuentran los picantes, debido a que algunas mujeres embarazadas experimentan efectos secundarios negativos ante su consumo.
Sin embargo existe muchos mitos relacionados a los alimentos picantes y el embarazo, que si bien se recomienda no consumirlos por precaución, no son capaces de llegar a extremos tales como los dichos populares aseguran, por ejemplo que pueden causar un nacimiento prematuro estimulando el útero.
Estos mitos inducen a dejar de lado los picantes durante el embarazo, pero existen pruebas científicas que no avalan esta creencia y ciertas corrientes nutricionistas consideran por el contrario que son seguros para consumir durante el embarazo, sin aumentar el riesgo de parto prematuro. La adición de alimentos picantes con mesura a la dieta del embarazo no pone en peligro ni a la madre, ni al bebé por nacer.
En algunos casos particulares las embarazadas pueden experimentar malestar después de comer alimentos picantes, por lo cual los médicos optan directamente por anularlos de la dieta, sin embargo ciertas culturas cuya alimentación se encuentra muy influida por los sabores picantes permiten su consumo a las embarazadas, sin presentar dichos efectos secundarios.
Una de las quejas más comunes del embarazo asociada con los alimentos picantes es la acidez estomacal, que se produce cuando el ácido es regurgitado por una falla de la válvula entre el estómago y el esófago, condición que no solo tiene origen en los alimentos, ya que este mal funcionamiento de la válvula mencionada puede tener su origen en un exceso de la hormona progesterona, cuyo desequilibrio altera su funcionamiento, dejando de lado la responsabilidad a los alimentos como es el caso de los picantes.
Entre los alimentos picantes para tener en cuenta durante el embarazo se encuentran: el chili, pimienta, mostaza, salsa, ajo, cebolla y jengibre, así como ciertas especies exóticas utilizadas en los platos asiáticos, que suelen ser muy picantes.