Según las guías nutricionales para el embarazo, incluir semillas de calabaza a la dieta diaria implica por ejemplo; incorporar hierro, uno de los minerales más importantes para la condición donde la anemia o disminución de glóbulos rojos es muy común, si existe deficiencia de este mineral.
El hierro ayuda en la producción de glóbulos rojos que son los encargados de llevar oxígeno a todas las células del cuerpo y durante el embarazo el cuerpo produce un mayor número de células rojas con el fin de impulsar el crecimiento del bebé, por lo cual el hierro es más importante que nunca.
Las semillas de calabaza en el mundo vegetal cuenta con el segundo nivel más alto en cuanto a contenido de hierro, después de las semillas de sésamo, contando con 8,8 miligramos de hierro por cada 100 gramos, lo que se traduce en que solo una taza de semillas de zapallo contiene la mitad de las necesidades diarias de hierro para la mujer promedio.
Otro de los nutrientes muy importantes para el embarazo es el grupo de vitaminas B que intervienen en la producción de energía y ésta se requiere en niveles muy altos durante el embarazo, razón por la cual en esta condición se necesita mayores cantidades de vitaminas del grupo B, entre las cuales se encuentra también el ácido fólico o vitamina B9 que tiene la capacidad de evitar malformaciones en el desarrollo fetal, como es el caso de la columna bífida.
Las semillas de calabaza proporciona aproximadamente 16 microgramos de folato cada 35grs y las mujeres embarazadas necesitan al menos 400 microgramos diarios, por ello se recomiendan incorporar suplementos para cumplimentar las necesidades diarias, pero las semillas de zapallo son de gran ayuda en este caso también.
Las semillas de calabaza contiene 1,1 miligramos de zinc y este mineral es muy importante para las mujeres embarazadas, ya que favorece la producción de ADN, así como también estimula el rápido crecimiento celular que requiere el bebé en desarrollo.
Una deficiencia de zinc durante el embarazo se ha relacionado con bajo peso al nacer, aborto involuntario, toxemia y otras complicaciones en el parto, por lo cual las mujeres embarazadas deben consumir 13 mg diarios de zinc, como dosis ideal recomendada.