En la dieta hipocalórica se reduce el contenido en calorías para que el balance energético sea negativo y así perder peso, pero para que esta pérdida de peso sea efectiva y saludable la dieta hipocalórica debe estar basada en una dieta equilibrada baja en calorías.
En la dieta equilibrada la comida más importante del día es el desayuno. Esto es así porque el desayuno nos debe proveer de la suficiente energía como para afrontar toda la actividad diaria y además en él deben estar presentes todos los grupos de nutrientes posibles.
Es cierto que en una dieta hipocalórica se disminuye el contenido total de calorías ingeridas diariamente (y con esto el contenido calórico del desayuno se ve afectado) pero aún respetando los límites calóricos debemos procurar que el desayuno sea el adecuado, con un índice calórico mucho mayor que el de la cena, por ejemplo.
Hay ciertos grupos de alimentos cuya presencia es imprescindible en un desayuno equilibrado. Estos son, los hidratos de carbono (tanto de absorción rápida como de absorción lenta), las proteínas y las grasas.
Los hidratos de carbono aportan energía al organismo, de ahí deriva su importancia en la primera comida del día. Los hidratos de carbono que aportan energía de forma rápida son las frutas y los azúcares refinados y los que aportan energía de manera lenta son las harinas, los cereales y las pastas. En base a esto, en el desayuno es imprescindible una pieza de fruta y una ración de cereales (preferiblemente integrales).
Las proteínas son necesarias para darle estructura al músculo (algo muy importante en la pérdida de peso para evitar la flacidez). Evitaremos todas aquellas proteínas altas en grasa como los embutidos y nos decantaremos por pechuga de pavo, queso bajo en grasa y lácteos desnatados.
Las grasas deben ser aportadas por el aceite de oliva, ya que éste tiene múltiples propiedades para la salud.
Siguiendo estas pautas el desayuno será equilibrado, saludable y apto para una dieta baja en calorías.