Vamos a adentrarnos de forma simple y práctica en el mundo de los carbohidratos, o hidratos de carbono, mencionando de inmediato la importancia que estos tienen, y que a pesar de ser menospreciados muchas veces son todo lo contrario, la fuente de energía que todo niño (también adultos) necesita para estar activo y con disponibilidad, recordando que en su mayoría los pequeños están siempre en movimiento, por ende requieren alimentarse con nutrientes que los ayuden a gastar bien su energía para descansar mejor.
La existencia de los carbohidratos consta de dos tipos que son los más importantes dentro de estos, los llamados carbohidratos simples, y los carbohidratos complejos.
Los hidratos de carbono simples se pueden encontrar en la mayoría de las frutas, mientras que los carbohidratos complejos se los localiza en alimentos tales como verduras, arroz o cereales, siendo estos últimos del gusto de la mayoría de los niños, hecho del que debemos aprovecharnos para poner a su disposición dicha fuente de energía, obviamente respetando los márgenes y no desbordando su ingesta.
De seguro muchos se estarán haciendo una de las preguntas más frecuentes con respecto al tema, ¿Cuántos carbohidratos deben consumir los niños a diario?
Esta pregunta tiene una respuesta que de seguro dejará pensando a muchos, y es que menciona que de la totalidad de las calorías consumidas cada día, más de la mitad deben ser provenientes de los carbohidratos, y si bien esto de primera puede parecer mucho, pensando bien caeremos en la cuenta que todo ese aporte de energía es fundamental en la infancia, sobre todo en un niño pequeño (2 o 3 años) que se encuentra en pleno proceso de desarrollo y crecimiento.
Si bien ya señalamos lo más importante, algo no menor es resaltar que existen hidratos de carbono saludables, y otros que no, por ende debemos escoger alimentos que a continuación detallamos:
Los Carbohidratos no saludables lamentablemente, y por lo general, son aquellos que al paladar del niño resultarán deliciosos, lo que llevará a que éste quiera comer más; estos son los contenidos en las bebidas gaseosas, o lo dulces en general.
Por el otro lado encontramos que las frutas, las verduras, los cereales y los lácteos aportan hidratos de carbono saludables para los niños de todas las edades.