Leche o yogurt en la alimentación del niño
En la nutrición infantil, el yogurt y la leche aportan nutrientes diferentes?
La leche y el yogurt por lo general son los alimentos que abundan o siempre se encuentran en las despensas de las familias, orientados por supuesto a la alimentación del niño, ya que es muy sabida la cantidad de nutrientes que aportan cada uno al organismo del pequeño.
Empezamos por el calcio y las proteínas.
Por un lado tenemos el aporte de calcio, característico por ayudar a un correcto desarrollo óseo dentro del niño, además de cuidar sus dientes; por el otro lado también nos encontramos con las proteínas, nutrientes que cumplen un rol sumamente importante en el crecimiento y mantenimiento de toda persona por igual sin excepción.
Sabemos también que la leche y el yogurt son los principales exponentes dentro de los lácteos y que los podemos encontrar en su versión desnatada o descremada, presentación que resulta ser ideal como alimento para niños que padezca sobrepeso. Esto es porque en su composición tienen una cantidad menor de grasas.
A diferencia de la leche, el yogurt pasa por un proceso mucho más elaborado hasta llegar a ser lo que finalmente disfruta todo niño.
Su contenido de calcio es más elevado, para la misma cantidad de producto natural, sin agregado de nutrientes.
El sabor y textura es otra diferencia importante para los niños, cuyos gustos deciden en gran parte que quieren comer y que no. Mientras para unos niños es más agradable añadir el azúcar a su gusto en la ingesta de la leche, para otros es mucho más rico la textura más dura del yogurt y su sabor particular.
Desde el punto de vista de los padres, el yogurt es más fácil de servir, más simple de abrir y rápido de tomar. A su vez el yogurt es más práctico y bastante cómodo cuando los pequeños viajan de un lugar a otro como por ejemplo sus escuelas.
En definitiva, la mayor diferencia entre la leche y el yogurt es principalmente el sabor, y un aporte de nutrientes más concentrados (en un pote más pequeño) por parte del yogurt versus la leche.
Ya mencionamos que la variedad de nutrientes es similar, salvo que se incorporen artificialmente otros o se potencia los que ya posee el producto.
