La diabetes de tipo I también conocida como diabetes infantil es una enfermedad endocrina en la cual el páncreas no puede sintetizar insulina y por tanto la glucosa no puede ser utilizada por las células, esto repercute en altos niveles de glucosa en sangre que si se prolongan en el tiempo pueden conllevar distintas complicaciones.
El tratamiento del niño diabético se fundamente en tres pilares básicos: el tratamiento farmacológico (insulina), el ejercicio físico y la alimentación.
La alimentación del niño diabético debe consistir en una dieta equilibrada pero se deben medir los hidratos de carbono de absorción lenta y rápida, dependiendo de la insulina pautada por el endocrino y de la actividad física realizada por el niño.
Los hidratos de carbono de absorción lenta son aquellos que van a ser utilizados por el organismo a lo largo de las horas y por tanto no van a subir inmediatamente los niveles de glucosa en sangre. Estos hidratos son: cereales, patata, arroz, pan y legumbres.
Los hidratos de absorción rápida son aquellos que el cuerpo utiliza rápidamente y cuya glucosa pasa también rápidamente al torrente sanguíneo. Este grupo de hidratos está constituido por: frutas, azúcar, azúcares refinados y lácteos.
Es importante que los padres atiendan las instrucciones que de el endocrino acerca de la nutrición del niño diabético, pero se deben tener en cuenta unas normas generales;
-Es importante que en todas las comidas se den las raciones pautadas de hidratos de carbono para evitar una bajada de azúcar (hipoglucemia)
-Los hidratos de absorción rápida deben darse en el postre e ir acompañados de un plato principal de hidratos de absorción lenta (para que la curva de glucosa en sangre se mantenga estable)
-En el caso de sufrir una hipoglucemia, se deberá aportar una ración de hidratos de absorción rápida (los zumos de fruta funcionan muy bien para recuperar los niveles de glucosa) y una ración de hidratos de absorción lenta.